TORMENTA
Parecía una
nube más en el verano
lejana y
carente de peligro
no quisimos
ninguno advertirlo
que la
tormenta ya nos amenazaba
Muchas señales
el aviso nos dieron
Pero
inconscientes no pusimos cuidado
Tan solo
prevenirlo habría bastado
Pero todos
los recelos se perdieron.
Así carentes de sospecha alguna
La tempestad
nos destruyó la calma
Destruyo sin
piedad la tibia cuna
Donde dormía
descansada mi alma
Fue tan
atroz que ni la misma luna
Quiso
alumbrar las ruinas que quedaran.
José Libardo
Anzola Venegas.
Colombiano
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